domingo, 19 de enero de 2014

Lo importante es tener salud

Accidentado comienzo de año en lo que a la salud se refiere. A pesar de todo y afortunadamente ese pertinaz resfriado que ha llegado a durar un par de semanas, que me dejó (imagino que con la colaboración necesaria del aire acondicionado) completamente afónico en el camino, afortunadamente ese resfriado ya ha pasado.

Por cierto, otros resfriados me han afectado a las cuerdas vocales y he quedado casi afónico cuando no afónico del todo durante solo un día. Sin embargo este me dejó con algo más de la capacidad de comunicación que se le presupone a una patata durante prácticamente tres días. El martes 7 regresé al trabajo y por la tarde empecé a tener problemas de voz. Primero, una reunión de una hora con el volumen mermado y después otra de otra hora ya prácticamente con el "mute" activado. El miércoles volví y necesité traductor durante gran parte del día pues ni el típico susurro salía ya de mi boca.

El jueves fui al médico quien me recomendó de 24 a 48 horas de reposo e incomunicación. Necesité casi 72 pues el sábado todavía tenía la voz bastante tomada. Lo que no tenía tomado era el producto homeopático que me recetó para la próxima vez que me picara la garganta. Evidentemente no soy yo un creyente homeopático pero tampoco su más acérrimo combatiente porque creo que los productos homeopáticos que funcionan (que alguno debe haber) lo hacen por otro motivo, no por la homeopatía en sí y que, más allá del nombre que le pongamos, lo importante sería que todo el mundo tuviera la educación necesaria para comprender por qué funciona o no funciona algo y para exigir que se etiquete correctamente y también se informe correctamente al público, por supuesto. Si alguien tiene curiosidad, por ejemplo que se ría un poco con los intentos fallidos de suicidio homeopático que se produjeron hace un tiempo. Que vean por ejemplo el artículo que se publicó en Naukas (Antes amazings.es).

En particular este doctor me dijo al iniciar la consulta que para las fases iniciales del resfriado tomara 6 vasos de 240ml de agua, uno cada dos horas. Insistía en que lo importante no era la cantidad total sino el espaciamiento. Es otra forma de "vender" que la hidratación es muy importante durante un resfriado y que incluso puede llegar a paliar en gran medida los síntomas posteriores.

Y cuando ya acabábamos, incluyendo varias repreguntas por su parte porque no se enteraba de mis respuestas, me suelta lo de la homeopatía y no sé qué pastillas que había que tomar cada dos horas. Prometía que cortaba los síntomas de raíz siempre y cuando se empezaran a tomar nada más notar el famoso picorcillo de garganta.

Claro está, salvo algunas personas entre las que me incluyo que pueden tomar las pastillas con poca agua o simplemente ninguna, el resto lo hará con un vasito de agua de unos 200ml. Así pues, más que posiblemente sea cierto lo del medicamento homeopático pero simplemente por la combinación del agua y la sacarosa que pueda llevar que por otra cosa. Por tanto, el remedio homeopático no sería más que el consejo inicial de los seis vasos de agua enriquecido con, digamos por ejemplo, miel. Y mucho más caro, por supuesto.

Por lo demás, esta semana ha pasado literalmente volando y no sabría diferenciarla de la anterior por mucho que la anterior tuviera un día laboral menos y contuviera tres días de afonía más. Sí que habría una diferencia más clara y es que en la anterior se cumplió mi primer año en la empresa y en esta, evidentemente, no :-). En esta lo que sí he podido constatar es que mi propósito de autocontrol y no permitirme quejarme durante el primer año o primeros dos años va bien. Y va bien porque el primer año ha pasado y no me quejo y el segundo ha empezado, podría tener motivos para quejarme pero no me lo permito. O sí pero a un nivel diferente del que me gustaría, un nivel más colectivo que individual. Es decir buscando el interés de mi equipo y de la empresa más que el mío mismo.

En este sentido, suceden cosas increíbles aunque no inexplicables. No es nada que no haya visto con anterioridad y que se podría resumir en la magnífica frase: "Todo el mundo va a lo suyo menos yo que voy a lo mío". Solo que algunos la aplican con especial desparpajo. El problema es que acaba desmotivando a la gente, sobre todo a la que arrima el hombro y va empujando y empujando para ganar ese centímetro de más que pueda significar la diferencia. Este tipo de actitudes es tan contraproducente como su uso extendido en la España (y por lo que he podido ver también fuera) cañí.

Con sus altos y sus bajos, la sociedad avanza, el mundo avanza. Poco a poco pero avanza. Al menos así ha sido durante toda la historia de la humanidad. Otra cosa es que el comportamiento en el pasado no nos asegura nada en el futuro y quizás también por eso habría que ser más beligerantes con ciertos comportamientos. Claro que eso ya se escapa de la intención de esta humilde entrada. Entrada que me gustaría cerrar con una autocita aplicable en este caso al mundo laboral:
"Creo que te equivocas pero todo el mundo tiene derecho a equivocarse y no voy a ser yo quien te quite el tuyo.". A eso añadiremos ... "El año que viene, ya veremos" :-D.

Un saludo, Domingo.

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