sábado, 29 de noviembre de 2014

Tergiverso: Impuestos

Esta semana hablaba con un compañero noruego sobre impuestos. En la compraventa de casas ellos pagan un 2,5% y le parecía mucho hasta que vino aquí. No recuerdo exactamente si se refería al impuesto de transmisión patrimonial que actualmente está en el 8%, creo, o si se refería a la plusvalía que tributa al tipo del ahorro, más del 20%.

En esa misma conversación yo argüía que en un hipotético o no tan hipotético cambio de casa, el tener que vender "barato" para comprar otra cosa igualmente barata. Eso lo hablaba también hace unos meses con una compañera de mi mujer y su marido que se cambiaron de casa el año pasado. La mejor situación, económicamente hablando, se produce cuando tu casa, comprada por 10, se vende por 1 pero te permite comprar por 3 una que antes hubiera costado 30.

En cambio, los impuestos, son otra cosa. Entre impuestos, notaría, gestoría y similares, te gastas un 10% que no hay forma de recuperar en la segunda compra. Es más, en la segunda compra tendrás que abonar otro 10% adicional. En esa circunstancia te viene a la cabeza lo del "impuesto revolucionario" y puedes o no decirlo pero si lo haces te arrepientes pronto porque no son precisamente las mismas circunstancias por las que pasaron las personas que lo sufrieron. Se trata simplemente de impuestos, es decir, nos los imponen y no podemos negarnos. Llegamos incluso a oxímorons como esos recargos temporales de la solidaridad tan propios de la política. Se trata simplemente de impuestos.

Impuesto: Impuesto, eso que tenemos tan bien puesto y que con retroactivo efecto se nos lleva hasta el afecto.Un afecto que se dispara cuando Montoro y los de antes dicen que quieren mofarse y lo hacen en tu cara.

Impuesto: Impuesto, para el político parece voluntario pues políticos a diario los esquivan sin defecto.
Defecto que nunca encuentran y si lo hacen lo hacen tarde pues la cosa está que arde y en la cárcel nunca entran.

Impuesto: Impuesto, para el ciudadano suena a condena pues te atan con cadenas si un día fallas en esto. Y si falla la justicia, ciudadano, a las fallas cuando no para Siberia que este billete de Iberia para ti te está esperando. Y si falla la justicia, político, tú eres otra cosa pues vemos a diario que la pena de telediario es más que menos cosa hermosa.

Impuesto: Impuesto para carreteras, sanidad y educación, aquí cambia la canción pues no debe ser tan malo esto. Y es cierto que ella cambia pues no nos cansan los impuestos, lo que cansan son los casos de política injusta, de justicia politizada y su incesto.

Un saludo, Domingo.

El once del once

No, esta vez no es sobre fútbol. Esta vez es más bien sobre la Once y aquel anuncio de hace unos años en los que el 11 del 11 repartían algo así como un premio de 10 millones y 10 premios de un millón. El caso es que a principios de mes recordé el anuncio gracias a otra asociación de números. Este mes me tocaba donar sangre, la donación 121, número que a los aficionados a las matemáticas desde pequeños se les graba por no ser sino 11 veces 11.

Por este motivo pensé que sería bonito ir a donar el 11 del 11 y que fuera la vez número 11 que donaba 11 veces. Sin embargo, los recortes hace tiempo que dejaron, en mi caso, como única opción donar el primer lunes de cada mes, los sábados que llueve y no juego al fúbol o en el pueblo una vez cada 3 meses. La tercera no se daba este mes, menos todavía el día 11; la primera, obviamente porque un día 11 no puede ser el primer lunes de un mes, tampoco. Pensé que sería bonito, pero no pudo ser. La segunda tampoco se dio ... cuando debía.

Hará algo más de una semana me di cuenta de que ya había pasado el 11 del 11 y que no había escrito en el blog lo que quiera que se me ocurriera a inicios de mes que estuviera relacionado con el 11 del 11. Unos días después fui a donar. Llegué tarde y doné sangre en vez de plasma tal como tenía previsto. Sin embargo, tampoco pasa nada puesto que venía de una racha de donaciones de plasma. Además, parece que estamos en unos momentos en los que la sangre es más necesaria. Así pues, mi donación 121, 17 años después de la primera, fue de sangre.

Un saludo, Domingo.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Tergiverso: Somos historia

Vuelvo a uno de mis temas recurrentes: el tiempo. Esta semana he sido consciente, por decir de alguna forma, hechos que en un futuro serán considerados historia. Historia general o historia particular. Posibles cambios en la vida de aquellos que los protagonizan. En algunos casos puedo ser yo, en otros un compañero de trabajo e incluso en alguno más alguien que es o era ampliamente conocido en España. Intentaremos contarlo con el "perverso" estilo de García Barbeito ... solo que a mi manera, que en nada puede compararse a la suya.

Esta tranquila semana, escasa de deportes futboleros, ni al mus yo ya juego, ni merengue ni azulgrana.
Ni merengue ni azulgrana, ni azulgrana ni merengue, ni el moderno ébola ni el olvidado dengue, yo a mirar por la ventana.
Ventana que separa, el invierno del aire acondicionado, dos equipos nuevos, modernos, pero siempre el mismo pringado. Pero el pringado está dentro, a este lado de la ventana, que durante toda la semana, nada de fútbol ha jugado.
No ha jugado por sus rodillas aquejadas del merengue, ese que a la cintura es dengue, merengue de rosco y rosquillas.
No ha jugado ni su rodilla ni su panza mientras metía en su memoria que las grandezas de España iban ya camino Soria entre bromas y entre chanzas.
Entre chanzas y entre bromas, iban ya camino Soria una directa a la carcoma y la otra a que hablaran de ella en la Noria.
En la Noria, si es que acaso sigue en parrilla pues yo de ahí ni la morcilla ya recuerdo en mi memoria.
Sí recuerdo a Cayetana y la cantora Isabel que al Alba y por la mañana, lloradas, llorosas se ven. Y se ven entre chanzas y bromas y se ven entre bromas y chanzas, esas mismas alabanzas que nosotros no hemos de ver.
Ni lo veremos, ni yo lo quiero, ni quiero que lo quieran ver, pues yo lo único que quiero, que quiero que quieran ver, es que no lo es todo el dinero y casi casi ni el deber pues las deudas y el dinero juntas van y suman cero y si eso no lo ves, es lo único que quiero.
Y mañana en tu memoria, no seré yo lo primero, estaré camino Soria con mi deber, con mi dinero y, al menos eso espero, una bonita historia.

Un saludo, Domingo.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Entrada y media al día

Ayer, leyendo el blog de La Ciencia de la Mula Francis, leí que este hombre había publicado una media de 1,5 entradas al día. Yo no sé cuántas entradas he publicado pero sé que hace años eran casi dos por semana, luego pasé a una por semana y ahora casi estoy llegando a las dos al mes. Si no llego es precisamente por entradas como esta que simbolizan por un lado que no tengo tiempo para publicar más (o tengo otras prioridades en mi vida) y que cada vez me siento más fascinado por una ciencia que (no sé si por mi edad, por las cosas que voy olvidando o un poco por todo) cada vez me fascina más. En concreto el tiempo, que siempre me atrayó, ahora lo hace sobremanera. Hoy, de vuelta del fútbol, veía al lado de la autovía un monte lleno de piedras y pensaba en cómo ese monte había debido estar casi inalterado durante miles de años e incluso hoy en día casi lo está, a pesar de estar al lado de una ciudad.

Un saludo, Domingo.

sábado, 1 de noviembre de 2014

A Manoly

La semana pasada hubo un reencuentro al más puro estilo película americana donde los alumnos del instituto se reencuentran 30 años después en el mismo lugar donde tres décadas antes, durante la fiesta de graduación, tomaban el mismo ponche ... pero sin alcohol.

Este reencuentro en realidad, más que 30 años después se produjo 3 años después. Hace tres años escribía yo sobre la sesquidécada que hacía que no había visto a ciertas personas y comentaba lo siguiente:
http://donmingo-2011.blogspot.com.es/2011/10/15-anos-despues.html y poco después esto otro: http://donmingo-2011.blogspot.com.es/2011/10/15-anos-despues-ii.html

Sin embargo, no son comparables. Aquel del 2011 fue una "macro-quedada" con todos los antiguos alumnos del colegio y el número de promociones abarcadas era sensiblemente alto. Esta vez todo fue más íntimo: solo la clase de la Señorita Manoly. Esta vez, además, asistieron casi todos los "niños". La "Delegada" con mayúsculas consiguió reunirnos en un "parque de bolas" que fue testigo de más de 20 personas muchas de ellas con sus parejas y los niños que daban sentido al lugar.

Un domingo casi como otro cualquiera, compartiendo alguna que otra agradable charla con antiguos amigos y con frases, algunas, bienintencionadas pero con escaso recorrido, el mismo que auguraba yo a aquellas reuniones semestrales que proponían hace 3 años. Bien estará la cosa si podemos repetirlo dentro de tres años y sobre todo si la gran protagonista puede volver a asistir.

Entre los grandes recuerdos de esta reunión se encuentran todo lo que trabajaba esta mujer y todo lo que colaboraban nuestros padres. Aprendimos a tocar la flauta quitándonos a nosotros mismos 15 minutos del recreo y lo hacíamos con gran alegría. Hablaba con los padres de los que mejor leíamos para que, un día a la semana, nos quedáramos una hora más a "mejorar" nuestro nivel de lectura pero eso no era más que el cebo para que, los que no leían tan bien, tomaran como un premio y no un castigo el quedarse ellos y que, de hecho, fueran ellos los que voluntariamente pidieran unirse a nosotros para finalmente sustituirnos. Años después coincidí jugando al fútbol con un "gitanillo" más joven que yo que la había "padecido" y me contaba cómo aquella "bruja" les hacía quedarse para mejorar.

Nos llevó también gran parte de los trabajos que conservaba de nuestra promoción, la Promoción Privilegiada pues era así como rotulaba uno de los archivadores donde había ido guardando las cosas que en las sucesivas limpiezas había ido encontrando. Cada uno se quedó con lo que pudo encontrar suyo en lo que yo aprecié como un anticipo de despedida. Tiene 75 años y el aspecto de durar muchos más pero imagino que es sumamente consciente de los efectos del tiempo. No sé si uno de ellos fue que esta vez no me riñó cuando la llamé de usted. Algo que no recordaba pero que he podido recordar gracias al blog. En este sentido me ha gustado comprobar que sigo igual, manteniendo ese respeto por alguien que creo que da sentido al rótulo de ese archivador pues si algún privilegio tuvo esa generación fue el de poder contar con una maestra y unos padres así.

Es cierto que nosotros también pusimos de nuestra parte y como aparecía también rotulado en el archivador, ¡Cuántos universitarios! pero eso de poco hubiera servido de haber nacido en otro tiempo, otro lugar u otras circunstancias. Por ese motivo, acabo de cambiar el título de la entrada sustituyendo "30 años después" por el que tiene ahora mismo. A Manoly ... ¡Muchas gracias!

Un saludo, Domingo.