sábado, 18 de octubre de 2014

Solo de niños, de un niño

La semana pasada esto iba de niños y perros. Esta solo de niños. De un niño en particular: Alex.

Alex era el hijo de mi antiguo jefe. Alex era ese niño por el que brindé y compartí una cerveza con su padre, la única media cerveza que me haya tomado nunca, cuando nos comunicó que los médicos lo habían declarado oficialmente "Libre de Cáncer". Ojalá hubiera podido compartir otra por la segunda vez.

Pronto quedaré con los antiguos compañeros del colegio. Ellos, en un grupo de whatsapp comparten las fotos de sus hijos. Todos sanos, todos llenos de vida y esperemos que sigan así durante muchos, muchos años. Se me ocurren pocos castigos más crueles para unos padres que ese tormento por el que han pasado los padres de Alex viendo apagarse la luz que les guiaba hasta convertirse en la más brillante estrella del firmamento tal como comentan en http://www.gofundme.com/alexanderfundorg

Alex quería ir a Disneyland y no pudo. En vez de eso se fue al cielo. Se llevó con él un trozo muy grande de los corazones de sus padres que ahora tendrán que aprender a vivir sin él tras llevar varios años viviendo por él. Y se llevó uno chiquitito, muy chiquitito de mí, que ni siquiera lo conocía en persona.

Alex, descansa en paz. Niños de todos mis amigos y conocidos, por favor, cuidaos.

Un saludo, Domingo.

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