sábado, 14 de junio de 2014

Más años sin ellos que con ellos

En Mayo de 1995 murió Lola Flores. Un par de semanas después moría su hijo Antonio con 33 años. Sin embargo no es por esto por lo que recuerdo (y recordaré) este año. Unos días antes de Lola Flores y unos después de Antonio, murieron primero mi tía con 54 años y luego mi abuelo con 72. Yo tenía entonces 18 años y hace ya de esto 19. Más años sin ellos que con ellos.

Por otro lado, hace un par de años murió el padre de un amigo. Hablando con otro comentamos que, por esos caprichos que tiene la genética, comenzaba para nosotros la etapa de asistir a entierros de padres de amigos y conocidos. De igual forma, hace un par de semanas hablábamos en el trabajo. Los más jóvenes comentaban que cada año tenían que planear las bodas, bautizos y comuniones a los que asistir. Mi jefe decía que sus hijos ya estaban mayores, sus amigos (los de mi jefe) más y que él asistía ya a más funerales que bodas.

De hecho, echando cuentas, mi edad no difiere demasiado de aquella que tenía mi madre cuando murió mi abuelo. Afortunadamente mi padre está, por ahora, relativamente saludable (aunque solo relativamente). Sin embargo, nada evitará el implacable, inexorable e ineluctable transcurrir del tiempo. Dejado ya atrás el 40 de mayo, los días de calor serán legión ... durante un tiempo. Durante ese tiempo comeremos uvas e hijos. Luego refrescará algo y luego vendrá el veranillo del membrillo anunciando más frescor y lluvia, vivífica lluvia y mandarinas y naranjas y uvas, más uvas. Pero esta vez para celebrar el consumismo en grado extremo. Y luego hará frío; en unos sitios más que otros pero frío. Y lloverá y saldrán las flores hasta en la basura como en la canción de Fito.

Y entonces se cumplirán no ya 19 sino 20. Más años sin ellos que con ellos. Es triste pero al menos espero que sea así durante mucho tiempo. Todo el tiempo que yo pueda estar en plenas facultades físicas y mentales, como mínimo. No pensaba yo en estas cosas hace 19 años pero es que hace 19 años no era más que un niño.

Un saludo, Domingo.

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