sábado, 2 de agosto de 2014

Toda una vida

Llevaban toda la vida juntos; no podía recordar un segundo en que ella no estuviera allí. Lamentablemente tampoco podía recordar un segundo en que él hubiera significado algo para ella. No, imposible recordarlo. No existía ese segundo, no podía existir. De haber existido, hubiera podido recordarlo no ya como un segundo sino como otra vida de extensión mayor a la propia. Sin embargo, todo podía cambiar. El miércoles ella cumpliría 5 años y su madre, casi tan guapa como ella, le había pedido a su homóloga que lo llevara a la fiesta. Iría con un regalo tan grande como su amor y todo, todo cambiaría.

Un saludo, Domingo.

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