sábado, 1 de marzo de 2014

Magnitudes diferentes

No recuerdo quién decía que la astronomía (que no la astrología) era la actividad que más humildad podía enseñar a un ser humano. Las distancias astronómicas no se llaman así por nada. Por lo pronto la unidad astronómica es la distancia media de la Tierra al Sol y es una birria. La sonda Voyager que ya ha salido del sistema solar ... más o menos, ha viajado solo unas horas luz si no recuerdo mal. La propia luz que emite el sol tarda unos 8 minutos aproximadamente en llegar a la Tierra. Si comparamos eso con los 4 años que tarda en llegar la luz de Alfa Centauri, el sistema estelar más cercano al Sol, comprenderemos que nuestra preocupación por una casa con unos metros cuadrados más o un coche unos centímetros más largo que el del vecino no es sino ridícula.

De igual forma, vemos (nuestros telescopios ven, normalmente) luces que han estado viajando durante millones de años hasta cometer el error de caer en la Tierra, con la de cosas interesantes que debe haber por ahí fuera ... o no. A esas luces también hay  que reconocerles la puntería. Para quien no haya oído hablar de aquel proyecto que intentaba explicar qué habría pasado en la Tierra desde su formación hasta ahora, considerando que el tiempo transcurrido fuera solo de un día. Son muchos datos curiosos pero quizás, el que más nos puede llamar la atención es que los homínidos aparecen a las 23:58 y cosas como la revolución francesa simplemente a unos segundos si no décimas del final.

Ahora que estoy leyendo "El Origen de las Especies", no puedo sino maravillarme de varias cosas. En primer lugar de la ciencia de Darwin, con experimentos para todo lo que podía ser experimentado y de esta forma validar/refutar alguna de sus conjeturas. En segundo lugar, lo simples que somos, en general. O lo complejos que somos, según se mire y cómo puede haber explicaciones sencillísimas para problemas que nos parecían irresolubles. En tercer lugar, de nuevo, la "ilusión" de la vida. Cómo nos parece normal todo lo que vemos y lo que tenemos cuando hace apenas unos años, todo era muy diferente. Al menos en el mundo desarrollado. No me extraña que Descartes dijera aquello de "Pienso luego existo" porque más de una vez te puedes quedar absorto preguntándote si no estás asistiendo a un mero sueño cuando no un mal sueño.

Y es que el tiempo se mide en magnitudes diferentes, en millones de años para la Naturaleza y en milisegundos para nosotros. No sé cuánto habrá influido mi formación (solo la formación porque ya ni el conocimiento) matemática en mi percepción actual del mundo pero si tuviera que volver a estudiar, creo que me llamaría mucho la atención la biología o la paleohistoria o ... las matemáticas. Quizás las cosas no cambiarían mucho porque quizás, y solo digo quizás, es solo cuestión de curiosidad. Esperemos que tarde en írseme.

Un saludo, Domingo.

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